El amor por el Wilman en un día de película

81°Aniversario del Club Wilman/Desde Montevideo/Eduardo Mérica para Diario Uruguay.

Allá en la cabecera del repecho de la Avenida Agraciada y calle San Fructuoso, donde el sol castiga sin credencial, unas cuantos manos confabuladas aplauden otra superproducción irreprochable. Austeros desde su genialidad indudable, los artistas devuelven el cariño al club con un gesto moderado, acaso impropio para quienes han sabido dormir el sueño burbujeante del estrellato.

Hay consenso entre los críticos y adhesión unánime de los directivos. No es frecuente contemplar semejante combinación en la misma trama. Intensa como una de acción. Cautivante como las de suspenso. Sin la ingenuidad de las infantiles ni situaciones fértiles para los dramas. Embriagante como las de amor. Más elaborada que una de ciencia ficción. Inapelable como los legendarios héroes de las de cowboys... ¡Una fiesta de película!. Mérito del presidente y virtud de los protagonistas, artesanos -en menos de un año de gestión- de este Wilman más joven que nunca.

Explicación por sí mismos de un equipo de película... que con mucha antelación ya tiene todo preparado. Todos los pibes de ayer del barrio, hoy más veteranos sabemos que la vida nos propuso una encrucijada y no queremos ignorarla. El desafío es enorme, después de medio siglo de silencio para el barrio Arroyo Seco. Y muchos eligieron el camino de la audacia. Lo que importa ahora es que el atardecer -del próximo 18 de mayo de 2025- los envolverá en otro abrazo de gloria. A pesar de que todavía quedan varios metros de cinta para esa fecha, ya se vislumbra el final de la proyección. Con un final -que por supuesto- no se cuenta.